Vida

Haroldo González nace en Montevideo en 1941. Su obra abarca varias disciplinas del arte: dibujo, pintura, grabado, audiovisuales, instalaciones, arte-correo y libros de arte. Fue integrante fundacional de la “Generación del Dibujazo” y también de la vanguardia internacional llamada luego, Arte Conceptual. Participó en las actividades del Centro de Arte y Comunicación CAYC de Buenos Aires. Fue invitado a integrar la muestra itinerante “Realigning Vision – Corrientes Alternativas del Dibujo Sudamericano” del J.S. Blanton Museum of Art   de la Universidad de Texas en Austin, Texas, USA.  Por su trayectoria, recibió el “Premio Figari 2007” del Banco Central del Uruguay, Montevideo.

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“La dimensión conceptual que González aportó al medio fue evidente desde sus primeras exposiciones de dibujo. En Montevideo en 1971, González expuso doce dibujos de objetos comunes, utilitarios, que los críticos destacaron por su relación con el Pop Art Internacional. Sin embargo, estos dibujos tienen una enorme divergencia con el Pop Art ya que expresan un compromiso con lo social e intelectual y con

problemas de lenguaje, percepción, representación y control. Siguiendo una fórmula simple, cada dibujo mostraba un objeto básico, repetido en inverso, primero esquemáticamente con líneas simples y luego con una ejecución altamente modelada y sombreada. Debajo de esta doble imagen flotante, había un horizonte compuesto por la repetición de un pequeño objeto o motivo, dispuesto como una banda gráfica: por ejemplo, martillos flotando sobre campos de cruces, matasellos flotando sobre un mar de cartas, etc. No solo la reflexión bilateral del objeto central evocaba una serie de dualidades estéticas y filosóficas (dinámico-estático, material-conceptual, humano-mecánico, etc.) sino que también la relación semántica generada por los dos signos diferentes, introducía asuntos relacionados con la estructura del lenguaje visual”. (Edith A. Gibson, libro catálogo  Re-Aligning Vision, 1997).

(…) Finalmente, la factibilidad de la palabra como constructo visual, que está también en el debate de aquel tiempo, es un tercer aspecto latente en su obra. Con el tiempo, los trabajos que rondaron este debate, serán asociados al arte conceptual, aunque  las razones que motivan a Haroldo a redefinir los parámetros del dibujo, no son exactamente las de explorar el lugar de la palabra en tanto imagen, si no que, como él mismo apuntara, sus obras son resultado de una “actitud fermental, una corriente contestataria  a la que le aplicaron luego la etiqueta de conceptualismo. Una corriente –dice- que quedaría como el último de los ismos, y que hoy es aceptada en su forma light”. (Ana Tiscornia, libro catálogo Blanton Museum of Art – Latin American Collection. 2006 – Editor: Gabriel Pérez – Barreiro)